Basada en una historia real, la película es la biografía del médico Patch Adams (Robin Williams), que revolucionó a la comunidad médica oficial aplicando singulares terapias consistentes en hacer reír y proporcionar afecto a los pacientes enfermos de cáncer.
Hunter "Patch" Adams nacio en Washington DC el 29 de diciembre de 1943. Su experiencia en un hospital psiquiátrico, lo inspiró a estudiar medicina en el Colegio Médico de Virginia a finales de los años ’60. Criticado por sus profesores, debido a su “excesiva alegría”, Adams estaba convencido que los doctores se preocupaban de la enfermedad y no de los pacientes. Para entonces su visión era diametralmente opuesta. “Propongo definir la salud como una vida feliz... En esta definición una persona que está muriendo de cáncer puede ser una persona que goza de buena salud. Hay gente que está muy enferma y, sin embargo, podemos decir que dada su actitud de alegría, son seres saludables”.
En 1972, después de su graduación, fundó el Instituto Gesundheit un precario hospital que funcionó en una casa en las llanuras de Virginia. Allí atendió gratuitamente a miles de personas que no tenían recursos, que estaban asustadas o solas en el mundo. El anhelo del gran hospital de fantasía debió esperar por falta de recursos.
Hasta que en 1998 se presento la oportunidad. Se estreno la famosa pelicula "Patch Adams" protagonizada por el actor Robin Williams y dirigida por Tom Shaydac. Basada en el libro escrito por el mismo y publicado en 1993 la pelicula fue un exito de taquilla ganando el doble de su presupuesto sólo en los Estados Unidos.
Actualmente, Patch pasa alrededor de dos tercios del año recorriendo el mundo, dictando conferencias, seminarios y talleres para difundir su forma de ver la vida. Lo considera su obligación porque “el mundo tiene déficit de abrazos” y si seguimos así, no duraremos muchas décadas más
Datos curiosos:
Cuando el verdadero Patch Adams visitó Chile hace pocos años, se le preguntó en una entrevista su opinión de Robin Williams, a lo cual Adams respondió: "Es un buen actor. Conmigo fue la persona más amable que se pueda imaginar. Me invitó a vivir a su casa unas semanas y me atendió como a un rey, es cierto. Pero el Sr. Robin Williams cobró 20 millones de dólares por actuar en la película y no dio ni diez centavos para el centro que yo fundé".
Robin Williams acompañó al auténtico Patch Adams en sus visitas a los hospitales para preparar el personaje.
Después que hicieron una película de su vida qué nos dice Patch Adams?
"Antes de que Universal Studios promoviera la película de "Patch Adams", me preguntaba: Qué haré con la fama?. Nuestra sociedad ve a los famosos como personas egocéntricas y ricas. Yo quiero vivir en un mundo en cual las personas se vuelvan famosas por su trabajo, por promover la paz, la justicia y el cuidado por el prójimo. Quisiera que las celebridades fueran personas motivadoras, y que sus vidas nos sirvan de ejemplo, para que todos hiciéramos lo mismo: servir por amor.
Dr. Hunter "Patch" Adams
Para este hombre la medicina cura la enfermedad pero no del porque proviene, prolongar la existencia de una persona no es lo mismo que prolongar la vida de este, el medico, cualquier ser humano necesita afecto, estamos en una sociedad tan regida por las normas que hasta nos prohibimos la verdadera deslumbrar la verdadera esencia del ser humano, el amor.
El abrazo, el decir te quiero, como estas, te amo, son palabras que hasta nos llega a dar vergüenza decirlas porque nos sentimos desnudos ante la otra persona, ser fuerte es señal de no demostrar los sentimientos y eso se valora. El sentimiento de poder ata nuestra alma, nuestro amor por los demás, el querer ser respetado por los otros sobre todas las cosas, el tener un buen trabajo, el ser "mas poderoso que la persona de al lado".
Patch Adams más allá del la medicina nos invita a demostrar amor por las otras personas, en darnos cuenta que los otros somos uno, cuando veas a alguien, se esa persona, entiéndela, ámala porque eres tu en definitiva.
Les dejo una entrevista acerca del tema:
Entrevista a Mario Alonso Puig:Uno de los máximos investigadores de la Inteligencicia Humana y del Aprendizaje
El Dr. Mario Alonso Puig ha ejercido la Cirugía General y del Aparato Digestivo durante mas de 25 años. Fellow en Medicina y Cirugía por la Universidad de Harvard, completó su formación con un Master en Dirección Hospitalaria (IESE), Diploma Internacional de Estudios Superiores en Sofrología Médica y, además, recibió el Premio máximo al Mérito en Comunicación y Relaciones Humanas por el Instituto Dale Carnegie de Nueva York. Es miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York y de la Asociación para el Avance de la Ciencia.
Trabajó durante dos años en el Instituto de Ciencias Neurológicas de Madrid y ha dedicado gran parte de su vida al estudio de las Funciones Superiores del Cerebro. Por otra parte, su interés particular en el Aparato Digestivo le ha llevado a aplicar sus conocimientos y experiencias al mundo del estrés y a su repercusión en las dolencias digestivas.
Es uno de los máximos investigadores de la Inteligencicia Humana y del Aprendizaje.
Seguidamente una entrevista traducida al castellano:
-Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar
por su trayectoria.
-¿Psiconeuroinmunobiología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano.
Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
-¿De qué se trata?
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
-¿Qué tipo de cambios?
-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad
intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
-¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir
cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales
entre los dos hemisferios.
-¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
-¿Dice que no hay que ser razonable?
-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
-Exagera.
-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una
interpretación de la realidad.
-Más recursos…
-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que
decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron
remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
-¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
-Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.
-¿Seguro que no exagera?
-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
-¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las
hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harvard han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía
interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
-¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de
Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
-¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para
crecer hay que salir de esa zona.
-La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando.
Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, si no sólo hay
automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
-Déme alguna pista.
-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
-Ver lo que hay y aceptarlo.
-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación. Sin fe en uno mismo hay temor, el temor produce violencia, la violencia produce destrucción, por eso, la fe interna supera la destrucción.
Cortesía de IMA Sanchís y Alejandro Giraldo
Gracias a Christian Rodway por darmela a conocer.
puedes ver la pelicula a traves de cuevana:
http://www.cuevana.tv/peliculas/147/patch-adams/
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